26 octubre 2006

Quemaré el calendario


Tiempo...

El tiempo es dinero.

El tiempo cura las heridas.

El tiempo vuela.

El tiempo es relativo.

El tiempo hace verlo todo más claro.

Hace mal tiempo.

Démonos un tiempo.

¿Cúanto tiempo?

Milenios. Siglos. Lustros. Años. Dias. Horas. Minutos. Segundos. Frames.

Que le den por el culo al reloj. Prefiero llegar tarde que no llegar.

22 octubre 2006

El idiota

Ella miraba al cielo. El idiota la miraba a ella.

-¿Te has fijado en esos árboles? Parecen gigantes.

Dios, qué hermosa era. Jamás podría acariciar esos preciosos labios. Era demasiado para alguien como él. Demasiado bella. Demasiado sincera. Demasiado tímida. Demasiado buena. Demasiado distinta. Demasiado lista.

El destino gira y es caprichoso. Se empeñó en que lo imposible puede dejar de serlo y un día de agosto sus labios se juntaron y no volvieron a separarse. Hasta hoy.

Pero un idiota nunca deja de serlo.

Todo el mundo, hasta los idiotas, saben que a las flores hay que regarlas; mimarlas; hablarlas y -qué ironía- escucharlas. Pero él, que es el más idiota de todos los idiotas, se olvidó de hacerlo. Como si siempre fuese a estar allí.

Quizá no sea demasiado tarde. Quizá sea que las flores raras marchitan en otoño y resurgen en enero. Quizá. O quizá no.

El idiota -que no aprende, porque es intrínseco a su naturaleza- se regará a sí mismo con cerveza. Se acurrucará en su cama abrazando a la almohada. Llorará y se quedará dormido. porque de pronto se ha acordado de que un día de septiembre quedaron en verse siempre en los sueños.

Tal vez no sea idiota. Tal vez sólo sea un sonámbulo con mala memoria.

Si os la encontráis, decidle que un idiota pregunta por ella en el primer sueño a la izquierda.

20 octubre 2006

¿Se coge bien la señal por allá arriba?

(...) Amiguito que Dios te bendiga y que blablablablabla.

Y así, sin previo aviso y sin poder remediarlo uno se encuentra con un año más en la saca.

Y hablando de Dios. ¿Cómo hará para ver todo lo que se mueve? ¿El cuartel general del cielo será como la sala de control de la DGT? ¿Multipantallas a tutiplén? Y en ese caso, ¿quién coño le habrá hecho la instalación? Porque o muchas están fundidas o tienen un retardo de cojones y el tipo está mirando aún el siglo IV. O tiene el sueño flojo.

Es que esa política suya de no intervención está muy bien, pero si yo fuera él -o ella o ello o lo que sea-, me daría reparo ver como mis pequeños monos de feria se revientan las tripas unos a otros.

Digo yo que un milagrito de vez en cuando no nos vendría mal. ¡O una de esas exhibiciones acojonantes de la Ira de Dios! Eso si que estaría bien. Todos aterrorizados mirando como arde el cielo y llueven rocas de metal que no queman. Después una voz en off atronadora que dijese algo así como "Avisados quedáis pequeños mortales, o dejáis de joderos unos a otros y folláis más o me lío a inundar ciudades y no habrá arca que valga".

Pero claro, nos deja al libre albedrío. Tampoco hablo de una dictadura divina que eso de los totalitarismos acongoja un huevo. Como hay dioses a mansalva, podían organizar una democracia tolerante. Con leyes simples pero inquebrantables del tipo: "Si matas a alguien, te fulmino en el acto" o "Condona la deuda al prójimo o te dejo en la miseria y pones las dos mejillas y el culo" o "Mientras uses condón y haya pleno consentimiento por ambas partes, haz el amor una vez al día y no te quemarás en las lenguas candentes del infierno".

A ver si va a ser que Dios no existe y estamos solos. No sé que es peor, porque está más que demostrado que no maduramos por más años que cumplamos. Por si acaso, que algúno del servicio técnico se pase por el cielo y actualice las pantallitas, a ver si ve lo de Corea, lo de Irak o una sesión del Congreso de los Diputados y le da al Todopoderoso por darse un paseo por el invento este antes de que fundamos los plomos.

Y si resulta que no existe; que Dios nos coja confesados.

10 octubre 2006

Arrancando motores. (OTRA VEZ)


¡Qué coñazo! Dos meses teniendo que soportar la misma foto. Lo siento por ustedes, con lo desagradable que debe de ser encontrarse por la mañana a la hora del bollo con un niño muerto ensangrentado en manos de su padre -o quien coño sea ese tío, a quién importa-.

Eso suponiendo que no hayan dejado de entrar en mi aburridísima página a las dos semanas. Siendo así, dudo que lleguen a leer esto antes de que estas letras obtengan la mayoría de edad.

Cómo somos las personas, eh. La tragedia nos hace revolvernos en el sillón el tiempo justo antes de empezar a odiarnos a nosotros mismos. O sea, hasta que tragamos el bocado. ¿Quién se acuerda de Afganistán ya? De Irak, pase, aun coletea un poco en ese programa que echan por la mediodía, a la hora de comer. ¿Cómo se llama? Tele... telealgo. No estoy seguro. ¿Y del Líbano? ¡Qué tontería, si sólo duró en cartel apenas un mes y medio!

El Líbano, ¿dónde estará eso? Bah, qué más da, llego tarde al curro -si lo tiene usted, si no, tradúzcase por cualquier otra obligación rutinaria-.

En fin, que tampoco escribo esta soplapollez para remover conciencias. Que cada uno tiene bastante con lo suyo, pero son cosas que piensa uno.

No me tomen demasiado en serio, no me lo merezco. Lo dicho. El pesado zorro verborreico ha vuelto. Si han decidido regresar a esta abandonada página, bienvenidos sean de nuevo, si no... Bueno si no que más da. Ni se van a enterar.

Bienvenidos al nuevo curso.