(...) Amiguito que Dios te bendiga y que blablablablabla.
Y así, sin previo aviso y sin poder remediarlo uno se encuentra con
un año más en la saca.
Y hablando de Dios. ¿Cómo hará para ver todo lo que se mueve? ¿El cuartel general del cielo será como la sala de control de la DGT?
¿Multipantallas a tutiplén? Y en ese caso, ¿quién coño le habrá hecho la instalación? Porque o muchas están fundidas o tienen un retardo de cojones y el tipo está mirando aún el siglo IV. O tiene el sueño flojo.
Es que
esa política suya de no intervención está muy bien, pero si yo fuera él -o ella o ello o lo que sea-, me daría reparo ver como mis pequeños monos de feria se revientan las tripas unos a otros.
Digo yo que un milagrito de vez en cuando no nos vendría mal.
¡O una de esas exhibiciones acojonantes de la Ira de Dios! Eso si que estaría bien. Todos aterrorizados mirando como arde el cielo y llueven rocas de metal que no queman. Después una voz en off atronadora que dijese algo así como
"Avisados quedáis pequeños mortales, o dejáis de joderos unos a otros y folláis más o me lío a inundar ciudades y no habrá arca que valga".
Pero claro, nos deja al libre albedrío. Tampoco hablo de una dictadura divina que eso de los totalitarismos acongoja un huevo. Como hay dioses a mansalva, podían organizar una democracia tolerante. Con leyes simples pero inquebrantables del tipo:
"Si matas a alguien, te fulmino en el acto" o
"Condona la deuda al prójimo o te dejo en la miseria y pones las dos mejillas y el culo" o
"Mientras uses condón y haya pleno consentimiento por ambas partes, haz el amor una vez al día y no te quemarás en las lenguas candentes del infierno".A ver si va a ser que Dios no existe y estamos solos. No sé que es peor, porque está más que demostrado que no maduramos por más años que cumplamos. Por si acaso, que algúno del servicio técnico se pase por el cielo y actualice las pantallitas, a ver si ve lo de Corea, lo de Irak o una sesión del Congreso de los Diputados y le da al Todopoderoso por darse un paseo por el invento este antes de que fundamos los plomos.
Y si resulta que no existe; que Dios nos coja confesados.