Desenmarañando telarañas
Otra vez domingo.
He tenido el invento éste un poco abandonado. Pero me resisto a dejarlo en manos de las viles arañas cibernéticas y permitir que se ensañen cubriéndolo de telarañas.
Me encuentro últimamente ante una de esas épocas en las que el futuro inmediato se torna inquietante y misterioso. Cada día espero ver una llamada de un número desconocido en la pantalla de mi teléfono de segunda (creo) generación y al descolgar encontrarme con una voz que me planifique la vida durante los próximos tres meses (como mínimo) en un trabajo que, sabe Dios, si me satisfará lo más mínimo. Es ahora cuando me pregunto si el dinero empleado en el máster (así juran y perjuran que se llama) merecerá al menos uno de los céntimos que deposité en aquellas arcas tan hospitalarias al principio y tan oscuras y misteriosas (en el sentido más peyorativo del término) a día de hoy.
Sí, el dichoso curso con aires de grandeza me ha reportado muchas satisfacciones personales y educativas, pero me temo que mucho debería torcerse la cosa para que me arregle mínimamente la vida.
Algunos que me conocen y me conocían antes de mi llegada a la capital (hace ya dos largos o cortos años, según por qué lado lo mire), aseguran sobre una biblia que he cambiado. A peor, por supuesto (cuando alguien te dice que has cambiado generalmente no es para bien). Y puede ser. Seguramente he acentuado mis miedos y mis fobias, pero tampoco es para es para tanto, creo yo. El problema es que sí es cierto que un servidor no se siente exáctamente como antes. Siente que hay muchas lagunas que un día dejaron de cubrirse. Me refiero a muchas caras que hace mucho que no veo y que probablemente hayan perdido en gran medida el interés por ver la mía. Es normal, el "ya nos veremos" funciona hasta un punto. Pero qué puedo decir más que lo siento y que ojalá ellos y ellas tengan más fuerza de voluntad que yo y me aventajen marcando mi teléfono e insultándome por haber desaparecido tan silenciosamente.
Pero no he cambiado tanto. Lo juro. Sigo buscando y soñando con lo mismo. Sigo teniendo las mismas expectativas en todos los terrenos pero el no terminar de encontrar un lugar en el mundo hace que mi emoción sea cada vez más contenida.
He dejado de tener la suficiente capacidad de concentración para lograr abstraerme y escribir como escribía antes, dibujo siempre lo mismo y los sueños creativos cada vez son más simples. Tengo la sensación de que a muy pocos les importa ya dónde estoy (lo entiendo en parte porque hace mucho que no marcamos nuestros respectivos teléfonos) pero quizá me ayudaría que alguno de ellos me echara un capote. Eso sí otros, no muchos, saben dejarme claro que siguen ahí...
En fin. Con la extraña sensación de que ya muy pocos leen este, repito, invento me despido hasta la próxima. Espero sinceramente que no sea un domingo.
7 Comments:
Es verdad q has cambiado, pero solamente eso... uno no cambia para bien o para mal, simplemente cambia... evoluciona. Creo q de eso se trata. A ver cambiarias para mal, si algun dia matas a alguien, por ejemplo. O para bien, si te vas de misionero al Africa o algo parecido. Los demas son cambios q te da la edad, la supuesta madurez, q inevitablemente nos hace poco a poco perder esa chispa, espontaniedad q teniamos de niños o de jovenes, cuando lo eramos y teniamos nuestros sueños y metas. Ahora con la edad, seguimos teniendolos, pero seguramente los acomodamos a una realidad, q antes nos resistiamos a ver... y q ahora no nos queda mas cojones q verla... y en cierta forma aceptarla. Aun asi, hay q tratar de no perder aquello q nos ha hecho hombres... nuestras ilusiones. Hay q seguir guardando un poco el Peter Pan q llevamos dentro.
Has cambiado... seguramente sena tiempo en los q te sientes confundido, sin lugar o sin estar en el lugar q esperabas encontrarte. Te entiendo y solo puedo decirte.. q mientras te sientas asi.... vas por el buen camino. Seria muy facil y aburrido si todo fuera como alguna vez lo imaginamos... entonces si q perderiamos todas nuestras ilusiones.
No te voy a llamar al movil... solo espero q la proxima vez q nos veamos y quedemos... no seas tan cabron y te quedes mas tiempo... jejeje
Un abrazo.
Weno todavia tengo paki tu blog asi k habra k leerlo haber k tal la vida en la cloaca. Haber si volvemos a hacer una visitina a la gran ciudad y a ver al pato :P
-Gracias, Buba. Creo que por el momento no voy a matar a nadie. Aunque a veces cortar un brazo o una oreja a alguien me provoca cierta excitación. Lo de misionero creo que no va conmigo... Me comería todos los panecillos y las cajas de leche que envían a los negritos.
-¡¡¡Mendriiiiiiiiiil!!! ¡Qué emoción volver a saber de ti! La cloaca está más o menos como siempre. Eso sí. Esta semana sin el oso, el metro huele peor. No sé si existe una relación directa, pero así es.
Fox yo soy una de esas personas "ya nos veremos" pero por supuesto que no he perdido ningún interés en ver tu cara y espero que tu tengas interés en ver la mia. Pero sabes que soy un desastre (como tu)pero prometo que tarde o temprano descolgaré el teléfono (cuando me llegue el nuevo porq no tengo)y espero que nos veamos para recordar viejas historias.
Un besazo
Lo sé, goonie. Un beso.
Hola Fox, si que hace tiempo que no se te ve el pelo pincho por aquí pero tampoco es tan apocalíptico como lo pintas.
Tu vida hoy por hoy está en Madrid y no me parece que haya que escandalizarse por ello. Espero que este verano pueda verte y desfasar como hace tiempo: recuerda San Pedro (estaría muy bien que vinieras) y la excursión de "grupo".
De todos modos avisa con algo de antelación para que no haya planes imprevistos ;)
Un abrazo y ánimo con tus proyectos.
Gracias Rafi, pero no era mi intención dotar a mis desvaríos domingueros un matiz apocalíptico. Simplemente quería recordar que aunque aveces haya fujitsu sigo por estos lares ^_^
Publicar un comentario
<< Home