03 abril 2006

Su añoranza

Se siente perdido.

Vacío diría yo. No sabe muy bien por qué, pero necesita gritar. Necesita hacerse un ovillo y dejar que el tiempo pase más rápido. Más lento. Se detenga. Y vuelva a girar.

Las paredes le ahogan y la ropa le aprieta. Echa de menos tantas cosas. Y aquí encuentra tan pocas. Cada vez menos. Depende de días, también es cierto.

Supongo que lo que busca ya no existe en ningún lugar. Pertenece a un tiempo que ya pasó. Ahora se ha dispersado o ha cambiado.

Divad extiende sus brazos todo lo que le dan de sí pero aún así, no es capaz de abarcarlo todo. Desearía poder meter en su cajita de madera aquello que le hace feliz y llevarlo siempre consigo pero sabe que no es posible. Ya no.

Sus ojos piden a gritos una lágrima pero él se niega a concedérsela. Se ha vuelto orgulloso. Nunca lo admitirá. Nunca.

Divad es un niño. Demasiado pequeño para comprender que ya se convirtió en adulto. Demasiado mayor para permitirse ser un niño.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¡Oh!: gran descubrimiento.

09:34  
Blogger Quentin said...

larutan atur al se ,sonratpada somebed sortoson ,divaD naibmac sopmeit soL.

14:00  

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