Mi pie izquierdo
Hay días cojonudos.
Días en los que te sientes el tipo más afortunado del mundo. Un cabrón con suerte y, que coño, si la tienes es porque te la mereces. Y otros que son una auténtica mierda.
Nos pasa a todos, supongo. Olvida esto último, corrijo. Sé que nos pasa a todos. Pero el caso es que hoy me ha pasado a mí. Y cuando uno se siente jodido, y no sabe muy bien por qué, eso es lo único que importa en este planeta.
Me explicaré. Un día te levantas y te encuentras con que tus espectativas han cambiado. Alguien. Alguien que te importa, por una razón u otra. Alguien en quien confiarías tus huevos si hiciese falta y permitirías que se los guardase en un taper, te decepciona.
No se me pasa por la cabeza dar a entender de quién hablo porque francamente, al resto de la humanidad le importa un carajo y él, ella, ellos, ellas, ollas pueden o puede darse por aludido si le place. Ya sé que un servidor ha dececpcionado a mucha gente y lo seguiré haciendo. Somos humanos -algo que entre otras cosas significa que nos equivocamos- pero jode igual.
El caso es que la decepción, al menos en mi caso, se convierte pronto en inseguridad. Y cuando te sientes inseguro y jodido, no resulta complicado repasar -en un alarde de masoquismo- todo lo que falla y/o puede salir mal. Y la bola se hace grande. Y lo pagas con quien no se lo merece. Y te dan ganas de dar un puñetazo en el estómago del primer gilipollas que pase. Y te da igual que sea gilipollas o no. Y cuando la bola es del tamaño de las pelotas de King Kong, la pinchas, revienta y todo vuelve a la normalidad. Habiendo puesto el punto final previamente con un "que le den por el culo. Me importa un cuerno".
Y ahí estamos. Buscando un alfiler para hacer volar las pelotas de King Kong.
Mañana estaré de buen humor y me reiré del fantoche que firma esto. Que soy yo, por cierto.
Días en los que te sientes el tipo más afortunado del mundo. Un cabrón con suerte y, que coño, si la tienes es porque te la mereces. Y otros que son una auténtica mierda.
Nos pasa a todos, supongo. Olvida esto último, corrijo. Sé que nos pasa a todos. Pero el caso es que hoy me ha pasado a mí. Y cuando uno se siente jodido, y no sabe muy bien por qué, eso es lo único que importa en este planeta.
Me explicaré. Un día te levantas y te encuentras con que tus espectativas han cambiado. Alguien. Alguien que te importa, por una razón u otra. Alguien en quien confiarías tus huevos si hiciese falta y permitirías que se los guardase en un taper, te decepciona.
No se me pasa por la cabeza dar a entender de quién hablo porque francamente, al resto de la humanidad le importa un carajo y él, ella, ellos, ellas, ollas pueden o puede darse por aludido si le place. Ya sé que un servidor ha dececpcionado a mucha gente y lo seguiré haciendo. Somos humanos -algo que entre otras cosas significa que nos equivocamos- pero jode igual.
El caso es que la decepción, al menos en mi caso, se convierte pronto en inseguridad. Y cuando te sientes inseguro y jodido, no resulta complicado repasar -en un alarde de masoquismo- todo lo que falla y/o puede salir mal. Y la bola se hace grande. Y lo pagas con quien no se lo merece. Y te dan ganas de dar un puñetazo en el estómago del primer gilipollas que pase. Y te da igual que sea gilipollas o no. Y cuando la bola es del tamaño de las pelotas de King Kong, la pinchas, revienta y todo vuelve a la normalidad. Habiendo puesto el punto final previamente con un "que le den por el culo. Me importa un cuerno".
Y ahí estamos. Buscando un alfiler para hacer volar las pelotas de King Kong.
Mañana estaré de buen humor y me reiré del fantoche que firma esto. Que soy yo, por cierto.
3 Comments:
Lo has clavado Fox, algunos dias son como autenticas pesadillas y si encima la gente que aprecias te da la espalda por no decir que te dar por culo y sin vaselina pues estas mas jodido aun.
Pero todo pasa en esta vida, y lo que hoy es negro mañana es gris y pasado blanco.
Saludame al pato que xel messenger nunca le pillo.
¿"Bolar"? ¿¡"Bolar"!? Tío, tío, tío...
La "v" y la "b" están jodidamente cerca en mi minúsculo teclado. Pero te juro que lo he visto nada más abrir la página. Y juro que me han ardido los ojos. Gracias, puñetero;P
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